lunes, 4 de marzo de 2013




¿Cómo es vivir en Qatar?
¿Cómo transcurre la vida de las mujeres extranjeras en Doha?



A principios de febrero cumplí un año de mi llegada a Qatar, al comienzo como todo cambio, vino acompañado de una gran dosis de entusiasmo, por conocer el país, por la sensación de renovación, por ampliar nuestros horizontes, por la curiosidad de conocer tantas cosas nuevas y diferentes que vienen enmarcados en un país con una amplia gama de multiculturalismo como lo es Qatar.


Bajo estas inquietudes nuestros primeros días como familia transcurrieron con la novedad de entrar en contacto con este nuevo mundo y sus costumbres, los cuales desde lejos son muy diferentes a los de la cultura occidental, es así que vivimos este primer periodo con muchos aprendizajes y expectativas, fue una fase de adaptación y asimilación de las nuevas reglas de vida por estas tierras. Si bien veníamos con alguna información básica, sobre las costumbres, las reglas respecto a la religión, la conducta reservada de las mujeres, el código de vestimenta, el verano inhóspito, la gran cantidad de mezquitas repartidas por toda la ciudad, fue muy diferente el vivirlo en carne propia y hasta ahora después de un año, Qatar todavía no deja de sorprendernos.

Galería de fotos de Qatar, el contraste del tradicional Souq Waqif con los modernos rascacielos y malls de Doha:







































Recientemente estuve en una corta vacación por Bolivia y muchos amigos me preguntaron ¿cómo es vivir en Qatar? ¿Cómo transcurre la vida de las mujeres extranjeras en Doha? Que les puedo decir… tal vez algunos piensan que vivir en el país más rico del mundo –según el último informe de Forbes, Qatar continúa como el país más rico del mundo debido a sus elevadas reservas de petróleo y gas natural, sumado a un PIB per cápita de 88.000 dólares - es llevar una vida de lujos y ensueños. Sin embargo, no es así, la vida en Qatar no es fácil, tampoco es mala, pero es exponencialmente diferente.

La ciudad no tiene una vida real y natural, todos los días parecen igual, es fácil caer en la rutina, respirar arena y ver color arena en todo, por eso es muy importante tener buena actitud, concentrarse en lo positivo de nuestro paso por Qatar y ponerle colores a nuestro día a día. Una amiga recientemente decía “la depresión en las mujeres es muy común en Qatar, hay días que uno no quiere ni levantarse de la cama…” y continuaba “yo creo que la depresión es como un cuarto vacío, en el que uno se encierra, del que no se quiere salir, ahora depende de uno el qué hacer en ese cuarto, uno tiene que aprender a canalizar esa depresión de manera correcta, haciendo algo que nos guste y nos llene”…  en fin es darle gozo a nuestra existencia, de levantarse y sonreírle la vida, tarea que no siempre es fácil.

Una cosa que no deja de incomodarme a mí y a las mujeres que conozco, es que dónde uno va, está rodeada de miradas masculinas, es que hay tanto trabajador varón en Qatar, que a veces uno tiene la sensación que somos unas 10 mujeres en un stadium lleno de hombres,  es que el 75.9% del total de la población es masculina. Toda mujer en Qatar se siente intimidada por las miradas y no miradas, ya que los trabajadores comunes, que son la mayoría,  miran y no miran, miran y desvían la mirada asustados o nerviosos, considerando que las reglas del islamismo de protección de la intimidad de la mujer son bastantes duras, tanto así que si una mujer casada denuncia que es observada maliciosamente por un hombre, puede hacer que éste sea expulsado del trabajo y del país.






En lo que respecta a las mujeres, para las que no trabajan es más difícil; la vida se resume a despertarse muy temprano, por lo general 6:00 a.m.; llevar a los hijos al colegio, estresarse con el tráfico vehicular; algunas ir al gimnasio, hábito que quisiera tener; regresar a la casa; entrar a dormir un rato si se quiere recuperar un poco del cansancio de levantarse temprano; no hacer nada si se tiene empleada y si no se tiene empleada, pasarse la mañana sin darse cuenta entre la limpiada, la cocinada, la lavadora; salir al supermercado; ir de compras al mall, algunas por necesidad, otras por llenar el vacío de no hacer nada, por pasar el tiempo o por darse un regalo de autoestima; reunirse con amigas, a charlar o compartir un café, algunas tienen reuniones muy seguidas y otras con menor frecuencia; recoger a los niños del colegio; si se tiene hijos pequeños llevarlos al parque, al club house o caminar en el barrio si el clima lo permite; llevar a los hijos a las actividades extras. En consecuencia, sin darse cuenta, entre tanta correteada, se pasa uno y otro día.

Ahora, si son mujeres que tienen hijos mayores -que ya pasaron la fase de dedicación permanente que demandan los hijos pequeños-  mientras los maridos trabajan, ellas pueden pasar sus días entre clases de árabe, charlas eventuales sobre la cultura local u otros cursos de su interés, o pertenecer a algún grupo de mujeres extranjeras que tienen actividades permanentes a lo largo de todo el año.

Otro grupo es el de las mujeres que trabajan, es sin duda también un grupo de mujeres admirables, que tienen que dividir el tiempo entre los hijos, el marido, las cosas de la casa y el trabajo, en un país que no es fácil, la gran ventaja que tienen es que interactúan con otras personas a nivel profesional y se realizan en otros ámbitos, lo cual les da un poco de dinamismo en su paso por Qatar.

¿Y cuáles son las ventajas de vivir en Qatar? Una de las principales y por lo que la mayoría de profesionales llega a Qatar es el poder contar con buen trabajo, que viene acompañado de un favorable salario y paquete de beneficios familiares.

Otro elemento positivo es la seguridad ciudadana; el poder vivir relativamente tranquilos, sin los fantasmas de la criminalidad merodeando nuestro entorno; uno puede dejar la casa abierta, el auto encendido o con las llaves; la cartera a la vista; hacer transacciones bancarias sin prevenciones, tener dinero sin miedo a ser asaltado; pararse en un semáforo sin temores; dónde no se ven borrachos por las calles o entre los jóvenes, puesto que el consumo de bebidas alcohólicas es muy controlado. Todo esto es muy valioso, sobre todo cuando uno viene de países en los que convivimos con elevados y estresantes grados de inseguridad.

Otra ventaja, muy importante es el aprendizaje multicultural y la apertura de barreras mentales hacia horizontes más allá de nuestra propia cultura, experiencias invaluables que terminan enriqueciéndonos como seres humanos.

Es así que en este año, conocí muchas mujeres y me quedo con las mujeres auténticas, con las realmente valientes y fuertes que encaran la vida en Qatar de la mejor manera, otra amiga a mi llegada me dijo “acá todos estamos de paso”, lo cual es cierto, este no es un país en el que uno puede quedarse a vivir, mientras uno está con trabajo tiene la residencia, de lo contrario tiene un corto plazo para dejar el país y bajo esta premisa en la que todos somos aves de paso tenemos que esforzarnos para vivir sin complicarnos y sobre todo el “aprender a coexistir felices en lo que nos tocó vivir”.